El veto presidencial fue anulado por el Congreso Nacional el 17 de marzo de 2022 y ahora la reducción del costo pendiente hace 30 años a la importación es definitiva y vinculante (Ley 14.301/22). Se trata del Flete Adicional para la Renovación de los Buques Mercantes (AFRMM) bajo recaudación federal desde 1987 gravando los trámites aduaneros con una tarifa del 25% sobre el monto total del flete marítimo pagado a las compañias navieras. Ahora se ha rebajado el tipo al 8% en navegación de largo alcance y del 10% al 8% en cabotaje.
Ese impuesto ha gravado excesivamente a las industrias y distribuidores brasileños que necesitan bienes, piezas, componentes, alimentos, medicamentos e insumos importados para la producción nacional o la exportación de productos finales en todo el mundo. Bajo esa perspectiva, según un estimado del Ministerio de la Economía, la baja reducirá los costos de producción nacional, impulsando la manufactura y fortaleciendo la competitividad de los bienes nacionales, con un impacto de hasta 0,2% sobre el PIB y una reducción de al menos el 4% en el precio de los alimentos básicos, con bonificaciones en el precio del combustible y gas de cocina.
En realidad, AFRMM nunca ha cumplido sus objetivos, convirtiéndose, con el tiempo, en un costo puro y pesado soportado por los importadores y luego repercutido en los consumidores finales. Con la evolución de las reglas del comercio internacional, algunos conceptos considerados normales en la década de 1980, como la sustitución de importaciones, el proteccionismo, el fomento del contenido local y la discriminación entre productos y servicios nacionales frente a los importados, terminaron quedando obsoletos, nocivos y además ilegales ante los organismos multilaterales y las reglas comerciales establecidas a partir de 1995 por la Organización Mundial del Comercio – OMC. Si desea saber más sobre este tema, comuníquese con Fischer Abogados y estaremos honrados de realizar esfuerzos conjuntos para brindar el apoyo personalizado que está buscando.
